Consejos a los médicos y enfermeros
El Señor me ha instruido para que presente los pasajes bíblicos
que siguen a los médicos: “Por lo demás, hermanos, os rogamos y
exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis
de nosotros, cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así
abundéis más y más... Pues la voluntad de Dios es vuestra santifica-
ción”.
1 Tesalonicenses 4:1-3
. “Por tanto, de la manera que habéis
recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedifica-
dos en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados,
abundando en acciones de gracias. Mirad que nadie os engañe por
medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.
Colosenses 2:6-8
.
Los médicos se encuentran en un lugar en el que experimentarán
tentaciones peculiares. Si no están preparados para soportar las
tentaciones mediante la práctica de los principios de la verdad,
fracasarán cuando Satanás los tiente. Hay ministros del Evangelio
que son demasiado débiles para resistir la tentación. Puede ser que
hayan predicado el Evangelio por mucho tiempo y con gran éxito;
pueden haber ganado la confianza de la gente, pero cuando piensan
ser fuertes demuestran que no pueden permanecer solos sin ser
vencidos. A menos que gobiernen sus hábitos y pasiones, a menos
que se mantengan estrechamente al lado de Cristo, perderán la vida
eterna. Si los ministros corren ese peligro, los médicos corren un
peligro aún mayor.
Los peligros de los médicos me han sido presentados. Los mé-
dicos de nuestros sanatorios no deben pensar que están fuera de
peligro. Se encuentran definitivamente en peligro; pero pueden evi-
tar los peligros que los rodean si andan humildemente con Dios, y si
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cuidan de no ser presuntuosos. “El que piensa estar firme, mire que
no caiga”.
1 Corintios 10:12
. Un poder más elevado y más fuerte
que el poder humano debe respaldar nuestras instituciones médicas
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Special Testimonies, Series B 15:16-23 (1900)
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