Página 644 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Consejos Sobre la Salud
Guías y consejeros de experiencia
Un hombre y su esposa, ambos de edad madura y firmes como
una roca a los principios de la verdad, debieran relacionarse con
cada sanatorio a fin de actuar como guías y consejeros. La educación
de hombres y mujeres en un sanatorio es una obra muy importante y
delicada, y a menos que los médicos se preparen constantemente para
llevarla a cabo mediante el poder de Dios, serán tentados a considerar
los cuerpos de las damas con corazón y mente no santificados.
Con nuestros sanatorios debieran relacionarse siempre muje-
res de edad madura, educadas y entrenadas para la obra, que sean
competentes para tratar a las mujeres como pacientes. Debieran
emplearse, no importa cuál sea el costo; y si no fuera posible encon-
trarlas, habría que buscar personas con la disposición y los rasgos de
carácter adecuados a fin de educarlas y prepararlas para esta obra.
Los médicos deben ser circunspectos
Los médicos deben evitar todo comportamiento que pudiera
considerarse como libertino en su relación con las damas, casadas
o solteras. Siempre debieran comportarse con circunspección. Es
mejor que nuestros médicos sean casados, cuyas esposas puedan
unirse con ellos en su trabajo. Tanto el médico como su esposa
debieran tener una experiencia viviente en las cosas de Dios. Si son
cristianos devotos, su obra será tan preciosa como el oro refinado.
Las almas están siempre en peligro. Aun los médicos casados
están sujetos a tentaciones. Algunos han caído en las trampas que
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Satanás ha preparado para ellos. Nadie está libre de su poder artero y
seductor. Algunos están conscientes de su peligro, pero comprenden
que Satanás está realizando esfuerzos magistrales para vencerlos, y
por medio de la oración ferviente se preparan para cumplir su deber.
Mientras se encuentran en este apartamento inferior—el mundo—,
están protegidos por el poder de Dios. Las pruebas los preparan para
el conflicto. Son limpiados de pecado en la sangre del Cordero.
La confianza en Jesús
Ningún médico que confíe en su propia fuerza está seguro. Los
médicos no debieran dedicarse a su trabajo con una actitud mental