Página 74 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Consejos Sobre la Salud
intranquilos, ansiosos e infelices, y su vida pronto se acaba. Los
que siempre están ocupados, y llevan a cabo alegremente sus tareas
diarias, son los más felices y más sanos. El descanso y la calma de
la noche brindan a sus cuerpos cansados un sueño ininterrumpido...
El ejercicio ayuda a la digestión. Salir a caminar después de
comer, con la cabeza erguida, enderezando los hombros y haciendo
un moderado ejercicio, será de gran beneficio. La mente se apartará
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de uno mismo, y se concentrará en las bellezas de la naturaleza.
Cuanto menos se presta atención al estómago después de una comida,
mejor. Si constantemente teméis que la comida os haga mal, muy
probablemente sucederá así. Olvidaos de vosotros mismos y pensad
en algo alegre.
El aire puro y los resfríos
Muchos son víctimas de la idea errónea de que si se han resfria-
do deben excluir el aire exterior y aumentar la temperatura de su
habitación hasta que sea excesivamente alta. El organismo puede
estar descompuesto, los poros pueden estar cerrados por el material
de desecho, y los órganos internos más o menos inflamados, porque
la sangre se ha retirado de la superficie y se ha ido hacia ellos. En
estos casos, más que en otros, no se debiera privar a los pulmones
de aire puro y fresco. Si hay un momento en que el aire puro es
necesario, es cuando alguna parte del organismo, como los pulmones
o el estómago, se enferma. Un ejercicio juicioso llevaría la sangre
a la superficie, y aliviaría los órganos internos. Un ejercicio vigori-
zante, aunque no violento, al aire libre, con ánimo alegre, activará la
circulación, dando un brillo saludable a la piel y enviando la sangre
vitalizada por el aire puro, a las extremidades. El estómago enfermo
se aliviará con el ejercicio. Con frecuencia los médicos aconsejan
a los enfermos visitar países extranjeros, ir a las termas, o navegar,
con el fin de recuperar la salud; cuando, en nueve casos de diez, si
se alimentaran moderadamente e hicieran un ejercicio saludable con
ánimo alegre, recuperarían la salud y ahorrarían tiempo y dinero.
El ejercicio, y un aprovechamiento generoso y abundante del aire
y de la luz solar—bendiciones que el Cielo brinda liberalmente a
todos—, darían vida y fuerza al extenuado enfermo...
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