Página 78 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Consejos Sobre la Salud
la conveniencia y la salud de la familia. Los mejores cuartos se
mantienen oscuros. No se permite la entrada de la luz del sol ni el
aire puro por temor a que dañen el costoso mobiliario, o destiñan
las alfombras, o arruinen los marcos de los cuadros. Así corren el
peligro de enfermarse a causa de la atmósfera encerrada que los
rodea. Las salas y los dormitorios se mantienen cerrados por razones
similares y los que se acuestan en esas camas que no se han expuesto
a la luz ni al aire, corren el riesgo de menoscabar su salud y ponen
en peligro su misma vida.
Los cuartos que no se exponen a la luz y al aire, se humedecen.
Las camas y las sábanas se humedecen también, y se contamina la
atmósfera, porque no ha sido purificada por la luz ni el aire...
Las alcobas, especialmente, se deben ventilar y mantener su
ambiente saludable por medio de la luz y el aire. Deben levantarse
las persianas durante varias horas cada día, y correrse las cortinas, y
todas las piezas mantenerse cuidadosamente ventiladas. No se debe
permitir que nada destruya la pureza de la atmósfera...
Las alcobas deben ser amplias y arregladas de tal manera que el
aire circule libremente por ellas día y noche. Los que han excluido el
aire puro de sus dormitorios deben cambiar inmediatamente su curso
de acción. Deben permitir que aumente gradualmente la circulación
del aire en sus casas hasta que se habitúen a ella tanto en el invierno
como en verano, sin que corran el riesgo de resfriarse. Para que los
pulmones se mantengan saludables, hay que respirar aire puro.
Los que no tienen una amplia circulación de aire en sus cuartos
durante la noche, por lo general se levantan agotados y afiebrados,
sin saber por qué. Era el aire, el aire vital, lo que todo su sistema
reclamaba, sin poderlo obtener. Cuando una persona se levanta por
la mañana, se beneficiaría mucho si tomara un baño de esponja, o
tal vez una ducha de agua fresca. Este baño eliminaría las impurezas
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de la piel. Luego debieran quitarse una a una las frazadas y las
sábanas y ser expuestas al aire libre. Se deben abrir las ventanas,
levantarse las cortinas, y permitir que el aire puro circule libremente
por varias horas, o tal vez durante todo el día, por todos los cuartos
de dormir. De esta manera la cama y su ropa se mantendrán aireadas
y se eliminarán las impurezas del cuarto.
Los árboles y arbustos que crecen en profusión muy cerca de
la casa son perjudiciales para la salud, porque obstruyen la libre