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El Deseado de Todas las Gentes
descendente. Los que se adelantan para acusar a otros y son celosos
en llevarlos a la justicia, son con frecuencia en su propia vida más
culpables que ellos. Los hombres aborrecen al pecador, mientras
aman el pecado. Cristo aborrece el pecado, pero ama al pecador; tal
ha de ser el espíritu de todos los que le sigan. El amor cristiano es
lento en censurar, presto para discernir el arrepentimiento, listo para
perdonar, para estimular, para afirmar al errante en la senda de la
santidad, para corroborar sus pies en ella.
[428]
Romanos 10:20, 21
.
Isaías 24:23
;
Salmos 72:8
.