Página 187 - La Educaci

Basic HTML Version

La educación manual
183
En general podemos decir que el ejercicio más beneficioso para
la juventud es el trabajo útil. El niño halla en el juego a la vez
diversión y desarrollo, y sus deportes deben ser de tal naturaleza que
promuevan no solo su crecimiento físico, sino también el mental y
el espiritual. Cuando aumentan su fuerza y su inteligencia, su mejor
recreación la encontrará en algún esfuerzo útil. Lo que educa la mano
para la labor útil, y enseña al joven a asumir las responsabilidades
de la vida, es sumamente eficaz para promover el desarrollo de la
mente y el carácter.
Es necesario enseñar a los jóvenes que la vida implica trabajo
serio, responsabilidad, preocupación. Necesitan una preparación
que les dé sentido práctico, que haga de ellos hombres y mujeres
capaces de hacer frente a las emergencias. Hay que enseñarles que
la disciplina del trabajo sistemático y bien regulado es esencial no
solo como salvaguardia contra las vicisitudes de la vida, sino como
medio para lograr un desarrollo completo.
A pesar de todo lo que se ha dicho y escrito acerca de la digni-
dad del trabajo, prevalece la idea de que es degradante. Los jóvenes
anhelan ser maestros, empleados, comerciantes, médicos y aboga-
dos, u ocupar algún otro puesto que no requiera trabajo físico. Las
jóvenes evitan los quehaceres domésticos y tratan de prepararse para
otra obra. Necesitan aprender que el trabajo honrado no degrada a
nadie. Lo que degrada es la ociosidad y la dependencia egoísta. La
[195]
ociosidad fomenta la complacencia propia y da como resultado una
vida vacía y estéril, un terreno propicio para el desarrollo de toda
clase de mal. “Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces
cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales
es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y
abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser
quemada
Muchas materias que consumen el tiempo del alumno, no son
esenciales para la utilidad ni la felicidad; en cambio es esencial
que todo joven se familiarice con los deberes de la vida diaria. Si
fuera necesario, una joven podría prescindir del conocimiento del
francés y del álgebra, o hasta del piano, pero es indispensable que
aprenda a hacer buen pan, vestidos que le sienten bien y desempeñar
eficientemente los diversos deberes relativos al hogar.