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La Educación
reconocer y desarrollar lo bueno que hay en su carácter, podrá, en
muchos casos, corregir el mal sin llamar la atención.
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Su amor no se enfría
El Maestro divino soporta a los que yerran, a pesar de toda
la perversidad de ellos. Su amor no se enfría; sus esfuerzos para
conquistarlos no cesan. Espera con los brazos abiertos para dar
repetidas veces la bienvenida al extraviado, al rebelde y hasta al
apóstata. Su corazón se conmueve con la impotencia del niñito
sujeto a un trato rudo. Jamás llega en vano a su oído el clamor del
sufrimiento humano. Aunque todos son preciosos a su vista, los
caracteres toscos, sombríos, testarudos, atraen más fuertemente su
amor y misericordia, porque va de la causa al efecto. Aquel que es
tentado con más facilidad y su inclinación a errar es mayor, es objeto
especial de su solicitud.
Todo padre y maestro debe atesorar los atributos de Aquel que
hace suya la causa de los afligidos, dolientes y tentados. Tiene
que ser “paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él
también está rodeado de debilidad
Jesús nos trata mucho mejor
de lo que merecemos, y así como nos ha tratado, nosotros hemos
de tratar a los demás. No se justifica el proceder de ningún padre o
maestro, a menos que sea semejante al que seguiría el Salvador en
circunstancias semejantes.
Ante la disciplina de la vida
Después de la disciplina del hogar y la escuela, todos tienen
que hacer frente a la severa disciplina de la vida. La forma de
hacerlo sabiamente constituye una lección que debería explicarse
a todo niño y joven. Es cierto que Dios nos ama, que trabaja para
nuestra felicidad y que si siempre se hubiera obedecido su ley nunca
habríamos conocido el sufrimiento; y no menos cierto es que, en
este mundo, toda vida tiene que sobrellevar sufrimientos, penas
y preocupaciones como resultado del pecado. Podemos hacer a
los niños y jóvenes un bien duradero si les enseñamos a afrontar
con valentía esas penas y preocupaciones. Aunque les debemos
manifestar bondad, jamás debería ser de tal suerte que los induzca a