Página 439 - El Hogar Cristiano (2007)

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Galardón actual y futuro
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Si ella [la esposa y madre fiel] busca en Dios su fuerza y consue-
lo, y guiada por su sabiduría y temiéndole procura cumplir diaria-
mente su deber, vinculará a su esposo con su propio corazón y verá
a sus hijos madurar en hombres y mujeres honorables, que tendrán
vigor moral para seguir el ejemplo de su madre
Lo que ha de estimular grandemente a la madre laboriosa y
sobrecargada es el hecho de que todo hijo debidamente educado y
dotado del adorno interior de un espíritu manso y sosegado, tendrá
idoneidad para el cielo y resplandecerá en los atrios del Señor
Los goces del cielo comienzan en el hogar
—El cielo y la tierra
no están más alejados hoy que cuando los pastores oyeron el canto
de los ángeles. La humanidad sigue hoy siendo objeto de la solicitud
celestial tanto como cuando los hombres comunes, de ocupaciones
ordinarias, se encontraban con los ángeles al mediodía, y hablaban
con los mensajeros celestiales en las viñas y los campos. Mientras
recorremos las sendas humildes de la vida, el cielo puede estar muy
cerca de nosotros. Los ángeles de los atrios celestes acompañarán
los pasos de aquellos que vayan y vengan a la orden de Dios
La vida en la tierra es el comienzo de la vida en el cielo; la
educación en la tierra es una iniciación en los principios del cielo;
la obra de la vida aquí es una preparación para la obra de la vida
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allá. Lo que somos ahora en carácter y servicio santo es el símbolo
seguro de lo que seremos
El servicio prestado con sinceridad de corazón tiene gran recom-
pensa. “Tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.” Por
la vida que vivimos mediante la gracia de Cristo se forma el carácter.
La belleza original empieza a ser restaurada en el alma. Los atributos
del carácter de Cristo son impartidos, y la imagen del Ser divino
empieza a resplandecer. Los rostros de los hombres y mujeres que
andan y trabajan con Dios expresan la paz del cielo. Están rodeados
por la atmósfera celestial. Para esas almas, el reino de Dios empezó
ya. Tienen el gozo de Cristo, el gozo de beneficiar a la humanidad.
Tienen la honra de ser aceptados para servir al Maestro; se les ha
confiado el cargo de hacer su obra en su nombre
Preparados para el cielo
—Dios desea que se cumpla el plan
del cielo y que en cada familia, cada iglesia e institución prevalez-
can como en el cielo la armonía y el orden divinos. Si este amor
leudara la sociedad, veríamos la manifestación de nobles principios