Página 441 - El Hogar Cristiano (2007)

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Galardón actual y futuro
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estaba inscrito en ella. Cuando Jesús preguntó por las coronas, los
ángeles se las presentaron, y con su propia mano derecha ciñólas
en la cabeza de los santos. Y de la misma manera trajeron los
ángeles arpas, y se las presentó a los santos. Los ángeles caudillos
preludiaban la nota del cántico entonado por todas las voces en
agradecida y dichosa alabanza. Todas las manos pulsaron hábilmente
las cuerdas del arpa, dejando oír melodiosa música en fuertes y
perfectos acordes.
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Después vi que Jesús conducía a los redimidos a la puerta de la
ciudad; y al llegar a ella, la hizo girar sobre sus goznes, y mandó
que entraran cuantas gentes hubiesen guardado la verdad. Dentro de
la ciudad había todo lo que puede agradar a la vista. Los redimidos
contemplaban abundante gloria por doquiera. Después miró Jesús
a sus redimidos santos, cuyo aspecto irradiaba esplendor, y fijando
en ellos sus cariñosos ojos, dijo con su armoniosa y celeste voz:
“Contemplo el trabajo de mi alma, y estoy satisfecho. Vuestra es
esta excelsa gloria para disfrutarla eternamente. Terminaron vuestras
tristezas. No habrá más muerte ni llanto ni clamor ni dolor.” Vi que la
hueste de los redimidos se postraba y arrojaba sus brillantes coronas
a los pies de Jesús; y cuando su bondadosa mano los alzó del suelo,
pulsaron sus áureas arpas y llenaron el cielo con su deleitosa música
y cánticos al Cordero....
Las palabras son demasiado pobres para intentar una descrip-
ción del cielo. Siempre que se vuelve a presentar ante mi vista, el
espectáculo me anonada de admiración. Transportada por el insupe-
rable esplendor y la excelsa gloria, dejo caer la pluma, exclamando:
“¡Oh! ¡qué amor, qué maravilloso amor!” El más enfático lenguaje
sería incapaz de describir la gloria del cielo ni las incomparables
profundidades del amor del Salvador
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The Review and Herald, 17 de noviembre de 1896
.
Joyas de los Testimonios 1:153
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Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 110
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The Review and Herald, 30 de agosto de 1881
.
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 100
.
The Health Reformer, diciembre de 1877
.
The Signs of the Times, 29 de noviembre de 1877
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Testimonies for the Church 3:566
.
El Deseado de Todas las Gentes, 32
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