Página 59 - Hijas de Dios (2008)

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Mujeres notables del Nuevo Testamento
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La “cosa” que Marta necesitaba era un espíritu de calma y de-
voción, una ansiedad más profunda por el conocimiento referente a
la vida futura e inmortal, y las gracias necesarias para el progreso
espiritual. Necesitaba menos preocupación por las cosas pasajeras y
más por las cosas que perduran para siempre. Jesús quiere enseñar a
sus hijos a aprovechar toda oportunidad de obtener el conocimiento
que los hará sabios para la salvación. La causa de Cristo necesita
personas que trabajen con cuidado y energía. Hay un amplio campo
para las Martas con su celo por la obra religiosa activa. Pero deben
sentarse primero con María a los pies de Jesús. Sean la diligencia, la
presteza y la energía santificadas por la gracia de Cristo; y entonces
la vida será un irresistible poder para el bien.—
El Deseado de Todas
las Gentes, 483 (1898)
.
Como María, necesitamos sentarnos a los pies de Jesús para
aprender de él, habiendo elegido esa mejor parte que nunca se nos
quitará. Como Marta, necesitamos comprometernos cada vez más
en la obra del Señor. Las realizaciones cristianas superiores pueden
lograrse únicamente pasando mucho tiempo sobre nuestras rodi-
llas en sincera oración. [...] Una sola fibra de la raíz de egoísmo
que permanezca en el alma brotará cuando menos se espere y la
contaminará.—
A Fin de Conocerle, 353 (1894)
.
[55]
En el registro inspirado se nos dice que “amaba Jesús a Marta, a
su hermana y a Lázaro”.
Juan 11:5
. Sin embargo, después de haber
recibido el mensaje [de que Lázaro estaba enfermo], “se quedó dos
días más en el lugar donde estaba”.
Vers. 6
. Guiado por la sabiduría
divina, no fue inmediatamente al encuentro de sus amados amigos.
El mensaje que había recibido no requería una respuesta inmediata.
María y Marta no habían dicho: “Señor, ven inmediatamente y sana
a nuestro hermano”. Tenían confianza en que Jesús haría lo que
fuese mejor para ellos. Después de un tiempo Jesús les dijo a sus
discípulos: “Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarlo”.
Vers. 11
.—
Manuscript Releases 21:111 (1892)
.
Cuando Jesús llegó a Betania, varias personas le informaron
que Lázaro había muerto y que hacía cuatro días que había sido
sepultado. Marta se adelantó a recibirlo y le confirmó la muerte de
su hermano, diciendo: “Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano
no habría muerto”. Pero, a pesar de su desazón y tristeza, no había
perdido su confianza en Jesús; por eso agregó: “Pero también sé