Página 67 - Hijas de Dios (2008)

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Mujeres notables del Nuevo Testamento
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La madre de Santiago y Juan
Este capítulo está basado en Mateo 20.
En cierta ocasión, Santiago y Juan presentaron por medio de
su madre la petición de que se les permitiera ocupar las más altas
posiciones de honor en el reino de Cristo. El Salvador contestó: “No
sabéis lo que pedís”.
Vers. 22
. ¡Cuán poco entendemos muchos
de nosotros la verdadera importancia de nuestras oraciones! Jesús
conocía el sacrificio infinito que costaría adquirir esa gloria, cuando,
“por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el
oprobio”.
Hebreos 12:2
. Ese gozo consistía en ver almas salvadas
por su humillación, su agonía, y el derramamiento de sangre.—
La
edificación del carácter, 54-55 (1883)
.
Cristo no reprochó a Santiago y Juan ni a su madre por pedir que
estuviesen sentados a la izquierda y a la derecha en su reino. Pero
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al presentar los principios basados en el amor que deberían regir la
relación de unos con otros, les mostró a los indignados discípulos
que en su vida cotidiana debían tomarle a él como ejemplo, y seguir
en sus pasos.
El apóstol también nos presenta este asunto en su debida luz,
diciendo: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria: antes bien
con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a
él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual
también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que
hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a
los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por
lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que
es sobre todo nombre”.
Filipenses 2:3-9
.—
The Signs of the Times,
16 de julio de 1896
.
La viuda de Naín
Este capítulo está basado en Lucas 7.