Página 75 - Hijas de Dios (2008)

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Mujeres notables del Nuevo Testamento
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entonces el Dios de toda gracia puso en acción su poder, y condujo
esa alma por la senda correcta. Cooperaron Dios y el agente humano,
y la obra tuvo un éxito completo.—
Comentario Bíblico Adventista
6:1061-1062 (1900)
.
De acuerdo con la instrucción de Cristo, los apóstoles no impu-
sieron su presencia donde no se la deseaba. “Saliendo de la cárcel,
entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los con-
solaron, y se fueron”.—
Los Hechos de los Apóstoles, 177 (1911)
.
Priscila
Este capítulo está basado en Hechos 18.
Priscila y Aquila, su esposo, construían tiendas. Eran fieles
maestros que enseñaban a otros acerca de Jesucristo. Pablo, de la
misma profesión, trabajó junto a ellos, y les enseñó más acerca de
Cristo
.
La envidia y el odio de los judíos contra los cristianos [en Roma]
no conocía límites. Y los incrédulos residentes eran constantemente
alborotados. Los primeros se quejaban de que los judíos cristia-
nos provocaban desorden y eran peligrosos para el bien público.
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Constantemente creaban algo para agitar a la gente y producir lucha.
Esta fue la razón por la que los cristianos fueron expulsados de
Roma.—
The Review and Herald, 6 de marzo de 1900
.
Poco después de llegar a Corinto, Pablo encontró “a un judío
llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Pris-
cila su mujer”. Estos eran “del mismo oficio”. Desterrados por el
decreto de Claudio, que ordenaba a todos los judíos que abandonaran
Roma, Aquila y Priscila habían ido a Corinto, donde establecieron
un negocio como fabricantes de tiendas. Pablo averiguó en cuanto
a ellos, y al descubrir que temían a Dios y trataban de evitar las
contaminadoras influencias que los rodeaban, “se quedó con ellos,
y trabajaban juntos [...]. Y discutía en la sinagoga todos los días
de reposo, y persuadía a judíos y a griegos”.—
Los Hechos de los
Apóstoles, 281-282 (1911)
.
El apóstol Pablo era un ministro del evangelio, sin embargo
trabajaba con sus manos, cumpliendo la humilde tarea de fabricar