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Hijas de Dios
tiendas. El trabajo manual no deshonraba su obra de comunicar
las grandes verdades del evangelio de Cristo que compartía con
Aquila y Priscila. Los dos hombres y la misma Priscila trabajaban
con sus manos. Los diseños para hacer tiendas que Pablo conocía
eran ingeniosos, lo mismo que sus métodos para realizar el trabajo.
Y al mismo tiempo ministraba a la gente predicando el evangelio
de Cristo. Muchos fueron conducidos a la verdad por el testimonio
de este fiel obrero que se mantenía a sí mismo fabricando tiendas,
en lugar de depender de otros para su comida y sus gastos. Como
obrero era habilidoso y diligente, y seguía su propio consejo de ser
“no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”.
Romanos
12:11
. Al predicar la Palabra no era menos fervoroso; y su tacto
de comerciante le daba gran capacidad en el habla.—
Manuscript
Releases 19:25 (1897)
.
¿Por qué conectó Pablo su trabajo manual con la predicación
del evangelio? ¿Acaso no es el obrero digno de su trabajo? ¿Por
qué no dedicó todo su tiempo a la predicación? ¿Acaso perdió
tiempo y fuerzas al construir tiendas? Pablo no consideró el tiempo
dedicado a fabricar tiendas como tiempo perdido. Mientras trabajaba
con Aquila, se mantenía conectado al gran Maestro, y le daba a
su compañero la instrucción necesaria en las cosas espirituales.
También educaba a los creyentes en el tema de la unidad. Mientras
trabajaba en su negocio daba un ejemplo de diligencia y dedicación.
Era diligente en los negocios, ferviente en espíritu, sirviendo al
Señor. Junto con Aquila y Priscila celebró más de una reunión de
oración con sus demás colaboradores en el oficio de hacer tiendas.
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Esto daba un testimonio del valor de la verdad que predicaba.—
Atlantic Union Gleaner, 16 de junio de 1909
.
Aquila y Priscila no fueron llamados a dedicar todo su tiempo
al ministerio del evangelio; sin embargo, estos humildes artesanos
fueron usados por Dios para enseñar más perfectamente a Apolos el
camino de la verdad. El Señor emplea diversos instrumentos para
el cumplimiento de su propósito; mientras algunos con talentos es-
peciales son escogidos para dedicar todas sus energías a la obra de
enseñar y predicar el evangelio, muchos otros, a quienes nunca fue-
ron impuestas las manos humanas para su ordenación, son llamados
a realizar una parte importante en la salvación de las almas.—
Los
Hechos de los Apóstoles, 286 (1911)
.