Página 95 - Hijas de Dios (2008)

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La mujer en la enseñanza
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obra conjunta para preparar a los estudiantes para este tiempo y la
eternidad.
Que el Señor la bendiga y la colme de su Santo Espíritu donde-
quiera que usted trabaje. Si es su destino educar a los estudiantes
para que a su vez ellos puedan impartir a otros el conocimiento
celestial, me sentiré complacida. Siempre la he respetado y amado
y nunca me defraudó. La palabra dicha como conviene es valorada
por encima de cualquier cosa terrenal. Dios es glorificado con cada
palabra que dirige a la acción correcta. La respeto profundamente y
deseo que pueda aprovechar toda ventaja que tenga para continuar
progresando en el servicio a Dios.—
Carta 265, 1905
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