Página 307 - El Ministerio M

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Consideración por un obrero lastimado
Cuando alguno de los vuestros se lastima en su trabajo, como
sucedió hace algún tiempo, relacionaos con él como os gustaría que
sucediera con vosotros en circunstancias similares. Mostrad simpatía
cristiana. Este es el trato que Dios da. Cualquier conducta por debajo
de esta regla no es verdadera justicia ni nobleza.
Debió haberse mostrado un cuidado especial en el tratamiento del
lastimado, pues era incrédulo. Tenéis razón en agradecer a vuestro
Padre celestial de que no perdió la vida.
Si al que se lastima se lo lleva al sanatorio, el cobro por su trata-
miento debe ser bajo, si acaso se le cobra algo. Y que se considere
también si la justicia no requiere que se le pague su salario durante
el tiempo que esté sin trabajar debido al accidente.
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Nadie debe aprovecharse de ningún trabajador, en ningún caso,
pues todas las cosas están abiertas ante los ojos de Aquel a quien
debemos dar cuentas. Él requiere que se abrigue la integridad en el
alma y que se revele en la vida.—
Carta 58, 1902
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