Página 374 - El Ministerio M

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Relación con los irrazonables
Cuando tenga que enfrentar la manera de actuar de los que no
tienen la religión de la Biblia, sino sólo una profesión, no olvide
que usted es cristiano. Usted rebaja profundamente su influencia y
estropea su propia experiencia cristiana cuando pierde su dominio
propio y les da la mínima ocasión de pensar que los ha maltratado.
No deje esta impresión en la mente de ellos si lo puede evitar. En
este tiempo de prueba estamos formando nuestros caracteres para la
vida futura e inmortal; pero eso no es todo, porque en este mismo
método de construcción del carácter necesitamos ser extremadamen-
te cautelosos de cómo construimos, pues otros lo harán sobre la
norma que les presentemos.
Puede ser que nunca conozcamos, hasta el día del juicio, la in-
fluencia de una línea de conducta afable y considerada hacia el
inconsecuente, el irrazonable y el indigno. Si luego de manifestacio-
nes de provocación e injusticia de parte de ellos, usted los trata como
trataría a una persona inocente, y aun se esfuerza por mostrar actos
especiales de amabilidad, entonces ha desempeñado la parte que le
corresponde a un cristiano; y ellos se sorprenden y se avergüenzan,
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y ven su propia conducta y vileza en forma más clara que si usted
les hubiera echado en cara con claridad sus reprochables acciones
para reprenderlas.
Si les hubiera denunciado su conducta equivocada, ellos se ha-
brían empecinado en la terquedad y el reto. Pero al ser tratados
con ternura y consideración, sienten más profundamente su propio
proceder, y lo contrastan con el de usted. Entonces ...usted está en
terreno ventajoso; y cuando muestra solicitud por sus almas ellos
saben que usted no es hipócrita, sino que realmente hará lo que dice.
Unas pocas palabras, proferidas precipitadamente bajo provoca-
ción, que parecían poca cosa—sólo lo que se merecían—, a menudo
cortan los lazos de influencia que pudieron haber atado su alma a la
suya. La sola idea de que ellos están en tinieblas, bajo la tentación de
Satanás y cegados por su poder encantador, debiera inducirlo a usted
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