Página 424 - El Ministerio M

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Para abrir puertas
La mano derecha se utiliza para abrir puertas por medio de las
cuales pueda entrar el cuerpo. Esta es la parte que la obra médica
misionera debe realizar. Es principalmente preparar el camino para
la recepción de la verdad para este tiempo. Un cuerpo sin manos
es inútil. Al dar honor al cuerpo, debe darse también a las manos
que ayudan, las cuales son agencias de tal importancia que sin ellas
el cuerpo no puede hacer nada. Por lo tanto, el cuerpo que trata en
forma indiferente a la mano derecha, negándose a recibir su ayuda,
no es capaz de lograr nada...
A todo lo largo y ancho de este país debe realizarse una obra que
todavía no se ha hecho. Debe reconocerse la obra médica misionera.
Los que deciden dedicarse a la obra del ministerio deben dominar
bien el tema de la reforma pro salud. Los que después de muchos
años de experiencia todavía no valoran la obra médica misionera,
no debieran ser nombrados para presidir sobre nuestras iglesias. No
andan en la luz de la verdad presente para este tiempo. Los que
aman la verdad y aprecian el tema de la temperancia en toda su
trascendencia no deben estar subordinados a un ministro que no
haya prestado atención a la luz sobre el tema de la reforma pro salud.
¿Qué ayuda puede ofrecer a una iglesia un hombre que no anda en
la luz?
Ninguna otra obra tiene tanto éxito
En los campos nuevos, ninguna otra obra es de tanto éxito como
la obra médica misionera. Si nuestros ministros obraran decidida-
mente para obtener una educación en las ramas médicas misioneras,
estarían mucho más adaptados para hacer el trabajo que Cristo hizo
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como médico misionero. Por el estudio y la práctica diligente, ellos
pueden llegar a familiarizarse tanto con los principios de la reforma
pro salud que doquiera vayan sean una gran bendición para el pueblo
con el que se relacionen.
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