Cooperación con otros obreros de la temperancia
Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para cooperar
con los medios celestiales para la promulgación de la verdad y la
justicia en la tierra. No podemos hacer una mejor labor que unirnos—
siempre que lo hagamos sin comprometernos—, con los obreros de
la Liga de Temperancia de Mujeres Cristianas. Hace años conside-
rábamos la propagación de los principios de la temperancia como
uno de nuestros deberes más importantes. De esta forma debemos
hacerlo hoy. Nuestras escuelas y sanatorios deben revelar el poder
de la gracia de Cristo para transformar la vida. Deben ser factores
importantes en la causa de la temperancia.—
Carta 274, 1907
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