Apelación a un médico
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cosas buenas para satisfacer el hambre sin tener que traer cadáveres
a nuestras mesas para integrar nuestro menú...
Se me ha mostrado la piedra de tropiezo que este tema referente
al régimen alimentario ha sido para su propio progreso espiritual, y
qué obstáculo ha colocado usted en la senda de otros, y todo porque
sus propias sensibilidades fueron embotadas por la gratificación
egoísta del apetito. Por amor a Cristo, considere esto más profunda-
mente, estudie más intensamente y actúe de acuerdo con la luz que
Dios ha tenido a bien dar a usted y a otros sobre este asunto.—
Carta
72, 1896
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