Comidas demasiado frecuentes
El vicio de comer demasiado frecuentemente y en grandes canti-
dades, sobrecarga los órganos digestivos y produce un estado febril
en el organismo. La sangre se hace impura y en consecuencia ocu-
rren enfermedades de diversa índole. Se llama entonces al médico,
quien receta alguna medicina que alivia los síntomas pero que no
cura la enfermedad. Esto puede cambiar la forma de la enfermedad,
pero el mal verdadero se magnifica diez veces. La naturaleza estaba
haciendo lo mejor que podía para liberar al organismo de una acu-
mulación de impurezas, y si se la hubiera dejado sola, ayudada por
las bendiciones sencillas del cielo, tales como el aire puro y el agua
pura, se habría efectuado una curación rápida y segura.
Los dolientes en tales casos pueden ayudarse personalmente
mejor de lo que otros pueden hacer por ellos. Deben comenzar a
liberar a la naturaleza de la carga que le han impuesto por fuerza.
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Deben suprimir la causa de la enfermedad. Ayunad un corto tiempo
y dad al estómago una oportunidad para que descanse. Reducid el
estado febril del organismo con una aplicación cuidadosa y sensata
de agua. Estos esfuerzos ayudarán a la naturaleza en su lucha por
liberar al organismo de impurezas.—
Spiritual Gifts 4:133, 134
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