Quebrantados bajo la carga
Oigo de obreros cuya salud se está quebrantando bajo el peso
de las cargas que llevan. Esto no debiera suceder. Dios desea que
recordemos que somos mortales. No debemos abarcar demasiado
en nuestro trabajo. No debemos colocarnos bajo una carga tal que
nuestras facultades físicas y mentales se conviertan en un andrajo.
Se necesitan más obreros, para que ciertas cargas puedan quitarse
de algunos de los que ahora están muy recargados. El Señor desea
que los que han obtenido experiencia en su servicio sean educadores.
Debemos ser aprendices en la escuela de Cristo, para poder enseñar
a otros, y para que podamos planear sabiamente el avance de la obra
de Dios.—
Manuscrito 71, 1903
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