Página 561 - El Ministerio M

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Salvaguardad a la juventud
Debe tenerse gran cuidado al trabajar por los desechados. Ni
los jóvenes ni las señoritas deben ser enviados a los barrios bajos
de nuestras ciudades. Se debe apartar del mal los ojos y los oídos
de los jóvenes de ambos grupos. Hay mucha obra que los jóvenes
pueden hacer en favor del Maestro. Si ellos contemplan al Señor
y oran y hacen de Dios su confianza, serán preparados para hacer
diversas clases de excelente labor bajo la supervisión de obreros de
experiencia.—
Manuscrito 33, 1901
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