Página 172 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Capítulo 16—Reubicación y reconstrucción
Dirección de Dios en la reubicación de la Review and He-
rald
—Durante esta última noche se me presentaron muchas cosas
acerca de los peligros que nos amenazan en la actualidad, y algunas
cosas sobre la obra de publicaciones se me han presentado en forma
muy clara.
Nuestros hermanos, mientras buscan un lugar para establecer
la Casa Editora Review and Heral
, deben buscar seriamente al
Señor. Deben moverse con gran precaución, vigilancia y oración,
y teniendo constantemente conciencia de su propia debilidad. No
debemos depender del juicio humano. Debemos buscar la sabiduría
que Dios da.—
Carta 106, 1903
.
Inversiones para establecer la Review and Herald
—Cuando
se establezca la casa editora lejos de Battle Creek, haré todo lo
posible para edificar y animar a los que estén relacionados con ella
para llevar a cabo la obra del Señor y exaltar cada vez más los
principios correctos...
Hagamos todo lo posible por establecer nuevamente la casa
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editora. Que nuestro pueblo en todas partes manifieste un espíritu de
generosidad. En años pasados nuestros hermanos de todo el campo
han realizado una obra noble al prestar sus recursos financieros a
nuestras instituciones publicadoras. Que esta buena obra continúe.
El tiempo de ayudar en la obra es cuando se efectúan esfuerzos
definidos por colocarla sobre una base correcta...
Después del incendio del 30 de diciembre de 1902, que destruyó el edificio principal
de la Review and Herald, los dirigentes de la iglesia iniciaron la búsqueda de un nuevo
lugar como sede, fuera de Battle Creek. Fueron guiados por Dios hasta Wáshington, en
el Distrito de Columbia, donde ubicaron la Casa Editora Review and Herald en 1903.
Los adventistas proveyeron generosamente los fondos necesarios para llevar a cabo esta
empresa, aunque algunos residentes de Battle Creek se opusieron al cambio, incluyendo
a algunos que ocupaban cargos prominentes en la iglesia. En la Carta 2 de 1903, Elena
de White escribió: “Espero que nuestros hermanos aprenderán la lección que Dios está
tratando de enseñarles, y que no edificarán la casa editora en Battle Creek”.
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