Página 209 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Venta de libros e ilustraciones
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espacio a los grabados. Se han producido largas demoras en la
publicación de nuestras obras porque las ilustraciones no estaban
listas; demoras intolerables que impedían a la gente el acceso a las
verdades que necesitaban.—
Manuscrito 131, 1899
.
Exceso de ilustraciones en
El Deseado de todas las gente
—Es demasiado tarde, totalmente demasiado tarde, para depender
de las portadas caras de los libros o de sus numerosas ilustracio-
nes como elementos determinantes de las ventas. Basta decir, sin
ninguna explicación, que Dios no ha inspirado este entusiasmo por
las ilustraciones. Si yo tuviera que publicar ahora
El Deseado de
todas las gentes
, la diagramación sería muy diferente. Los libros
que la gente necesita debieran publicarse sin ostentación. El ahorro
de miles de dólares gastados en ilustraciones haría posible que las
obras se vendieran a un precio accesible para muchos. El Señor no
ha inspirado este entusiasmo.—
Carta 133, 1899
.
Las ilustraciones adecuadas no desacreditan el libro
—No
lea en público las cartas que he escrito acerca de las ilustraciones de
[243]
El Deseado de todas las gentes
. Hay mentes que no pueden com-
prender este asunto, y piensan que el libro está condenado debido a
sus profusas ilustraciones. Satanás se aprovecha de cualquier pala-
bra que pueda usar para inducir a las mentes a llegar a conclusiones
extrañas.
El asunto que se me presentó era que existía un fervor, un entu-
siasmo, entre los autores por procurar sobrepasarse unos a otros en
la diagramación e ilustración de sus obras.
Le ruego ser precavido en este asunto. El Señor quiere que
El
Deseado de todas las gentes
haga su obra. Las ilustraciones no
desmerecerán el libro, sino que serán una ventaja para su venta. La
inversión excesiva de dinero en ilustraciones no es indispensable,
pero eso no debiera, en ningún sentido, afectar la distribución del
libro por parte de los colportores. Los colportores, generalmente, tie-
nen mucho que decir en favor de las ilustraciones. Pero debido a las
advertencias y amonestaciones dadas para impedir la proliferación
Un año antes que se escribiera el testimonio anterior, en 1898, se publicó la primera
edición de
El Deseado de todas las gentes,
cuya venta se encargó a los colportores; estaba
profusamente ilustrada y el precio de venta era inalcanzable para el promedio de la gente.
Elena de White tenía la intención de que esta obra se colocara en todos los hogares, lo
cual no fue posible debido a su elevado costo.