Página 313 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Plan maestro espiritual para los centros de publicaciones adventistas
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a preservar reglas rutinarias, pero sin sentir amor profundo por las
almas.—
Testimonies for the Church 4:601, 602
.
Hay que elevarse por encima de la condición de novicios
No hay que descuidar en ningún caso el trabajo misionero vigilant
, que ha hecho mucho por la salvación de la gente. El éxito de la
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obra de Dios depende en gran medida de esto; pero los que hacen
esta obra deben ser personas espirituales, cuyas cartas manifiestan
la luz y el amor de Jesús y que sienten el peso de la obra. Debieran
ser hombres y mujeres de oración y con una estrecha relación con
Dios. Necesitan una mente dispuesta, una voluntad santificada y un
juicio sólido. Deben haber aprendido del Maestro celestial el método
de más éxito para exhortar a la gente al arrepentimiento. Habrán
aprendido sus lecciones en la escuela de Cristo. Harán su obra con
el fin de glorificar a Dios.
Sin esta formación, todas las enseñanzas recibidas de vuestros
instructores acerca de métodos y regulaciones formales, por muy
completas que hayan sido las lecciones, todavía os habrá dejado
como novicios en la obra. Tenéis que aprender de Cristo. Debéis
negar el yo por Cristo. Debéis poner vuestro cuello en el yugo de
Cristo. Debéis llevar la carga de Cristo. Debéis sentir que no os
pertenecéis a vosotros mismos, sino que sois siervos de Cristo, y
que hacéis una obra que él os ha ordenado, no para que recibáis
alabanza, honor o gloria, sino por amor a él. Debéis entretejer en toda
vuestra obra su gracia, su amor, su devoción, su celo, su incansable
perseverancia, su energía indomable, para que dé testimonio a lo
largo del tiempo y durante la eternidad.
La obra misionera efectuada con folletos y revistas es una buena
obra. Es la obra de Dios. No debe ser rebajada por ningún motivo;
pero existe el peligro constante de que sea desviada de su verdadero
objetivo.—
Testimonies for the Church 4:602, 603
.
Orientación formalista de la obra misionera con folletos y
revistas
—Siento mucho temor de que no haya habido una plena
comprensión de la verdadera condición de la obra misionera con
folletos y revistas. Le hablo basándome en lo que Dios me mostró, y
ciertamente se la ha configurado en forma tan detallada que se tornó
El nombre de la organización de los testigos misioneros laicos fue la Sociedad
Misionera Vigilante, con sede en Lancaster del Sur, Massachusetts.