Los servicios fúnebres de Battle Creek
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El servicio fue impresionante en toda su extensión. Los canto-
res
los conductores del féretr
y los ministro
ascendieron a la
plataforma arrodillándose por unos breves momentos en oración si-
lenciosa. Entonces el coro cantó un himno relativo a la resurrección.
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“¡En Jesús dormidos! ¡Bendito reposar
sin llanto ni tristeza alguna al despertar!
¡Dulce reposo en paz y calma no turbada
ni aun por quien cruelmente en la vida nos odiaba!
.......................................................
¡En Jesús dormidos! ¡Pronto despertar
cuando suene la trompeta celestial!
¡Las prisiones de la tumba se abrirán
y los fieles de Jesús despertarán!
Lectura bíblica
“Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva—leyó el pastor F. M.
Wilcox, de Washington, D. C.—. He aquí el tabernáculo de Dios
con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo,
y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda
lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Los
pasajes que leyó de las visiones de Juan en la isla de Patmos, fueron
Los cantores eran la Sra. H. M. Dunlap, la Srta. Florence Howell, la Sra. G. R.
Israel, la Srta. Nenna Dunlap, el profesor Frederick Griggs, el Sr. M. H. Minier, el Dr. M.
A. Farnsworth y el Sr. Frank W. Hubbard.
Los conductores del féretro eran los pastores I. H. Evans, presidente de la División
Norteamericana; W. T. Knox, tesorero de la Asociación General; G. B. Thompson, secre-
tario de la División Norteamericana; el profesor Frederick Griggs, director de Educación
de la Asociación General; F. M. Wilcox, director de la
Advent Review and Sabbath Herald;
y G. E. Langdon, pastor de la iglesia del Tabernáculo de Battle Creek.
Los ministros eran los pastores A. G. Daniells, presidente de la Asociación General
de los Adventistas del Séptimo Día (a cargo del servicio); S. N. Haskell, de South
Lancaster, Mass.; M. C. Wilcox, de Mountain View, California; C. B. Stephenson, de
Atlanta, Georgia; William Covert, de Aurora, Illinois; L. H. Christian, de Chicago, Illinois.
El pastor Jorge I. Butler, de Bowling Green, Florida, por largo tiempo asociado con el
pastor White y señora en asuntos administrativos, había sido invitado por la Asociación
General para ayudar en el servicio, pero a él le fue imposible estar presente.