Página 110 - Obreros Evang

Basic HTML Version

106
Obreros Evangélicos
mente de Dios! ¡Cuán pocos de entre nosotros están cordialmente
de parte del Redentor en esta obra solemne y final! Existe escasa-
mente una décima parte de la compasión que debiera haber por las
almas que no están salvadas. Quedan muchos por amonestar, y sin
embargo, ¡cuán pocos son los que simpatizan lo suficiente con Dios
para conformarse con ser cualquier cosa o nada con tal de ver almas
ganadas para Cristo!
Cuando Elías estaba por abandonar a Eliseo, le dijo: “Pide lo que
he de hacer por ti, antes que sea quitado de contigo. Entonces dijo
Eliseo: Ruégote que tenga yo, cual hijo tuyo, una porción doble de
tu espíritu.
Eliseo no pidió honores mundanales, ni un lugar entre
los grandes de la tierra. Lo que él anhelaba era una gran porción del
espíritu dado a aquel a quien Dios estaba por honrar con la traslación.
[122]
El sabía que ninguna otra cosa lo haría idóneo para la obra que iba a
ser requerida de él.
Ministros del Evangelio, si esta pregunta hubiese sido dirigida
a vosotros, ¿qué habríais contestado? ¿Cuál es el mayor deseo de
vuestro corazón mientras os dedicáis al servicio de Dios?
* * * * *
El ministro de Cristo debe ser un hombre de oración, un hombre
de piedad; debe ser alegre, pero nunca grosero ni tosco, burlón
ni frívolo. El espíritu de frivolidad puede andar de acuerdo con la
profesión de los payasos y artistas teatrales, pero está completamente
por debajo de la dignidad de un hombre elegido para estar entre los
vivos y los muertos, y para ser portavoz de Dios.
[123]
2 Reyes 2:9 (VM)