Página 165 - Obreros Evang

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La oración en público
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miembros de la congregación sepan que hemos aprendido a prevale-
cer con Dios en oración. Estarán animados a creer que la presencia
de Dios está en la reunión, y abrirán sus corazones para recibir su
bendición. Su fe en nuestra sinceridad aumentará, y escucharán con
oídos atentos las instrucciones dadas.
Nuestras oraciones deben estar llenas de ternura y amor. Cuando
anhelemos sentir de una manera más profunda y más amplia el amor
del Salvador, clamaremos a Dios por más sabiduría. Si alguna vez
hubo necesidad de oraciones y sermones que conmuevan el alma, es
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ahora. El fin de todas las cosas está cercano. ¡Ojalá pudiésemos ver
como debiéramos la necesidad de buscar de todo corazón al Señor!
Entonces lo encontraríamos.
¡Quiera Dios enseñar a su pueblo a orar! Aprendan diariamente
en la escuela de Cristo los maestros de nuestras escuelas y los
predicadores de nuestras iglesias. Entonces orarán con fervor, y
sus peticiones serán oídas y contestadas. Entonces la palabra será
proclamada con poder.
Nuestra actitud en la oración
Tanto en el culto en público como en privado, es privilegio
nuestro doblegar las rodillas ante el Señor cuando le ofrecemos
nuestras peticiones. Jesús, nuestro modelo, “puesto de rodillas oró.
Acerca de sus discípulos está registrado que también oraban “puestos
de rodillas.
Pablo declaró: “Doblo mis rodillas al Padre de nuestro
Señor Jesucristo.
Al confesar ante Dios los pecados de Israel,
Esdras estaba de rodillas
Daniel “hincábase de rodillas tres veces
al día, y oraba, y confesaba delante de su Dios.
La verdadera reverencia hacia Dios es inspirada por un senti-
miento de su grandeza infinita y de su presencia. Y cada corazón
debe quedar profundamente impresionado por este sentimiento de
lo invisible. La hora y el lugar de oración son sagrados, porque
Dios está allí; y al manifestarse la reverencia en la actitud y conduc-
Lucas 22:41
.
Hechos 9:40; 20:36; 21:5
.
Efesios 3:14
Véase
Esdras 9:5
.
Daniel 6:10
.