Página 169 - Obreros Evang

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El buen pastor
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regocijo. “Y viniendo a casa, junta a los amigos y a los vecinos,
diciéndoles: Dadme el parabién, porque he hallado mi oveja que se
había perdido.
Así también cuando el buen Pastor encuentra al pecador perdido,
el cielo y la tierra se unen para regocijarse y dar gracias. Porque
“habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que
de noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento.
El gran Pastor tiene subpastores, a quienes delega el cuidado de
sus ovejas y corderos. La primera obra que Cristo confió a Pedro, al
restaurarlo en el ministerio, fué la de apacentar sus corderos
Esta
era una obra en la cual Pedro tenía poca experiencia. Iba a requerir
gran cuidado y ternura, mucha paciencia y perseverancia. Lo llamaba
a ministrar a los niños y jóvenes, y a los que fuesen nuevos en la fe, a
enseñar a los ignorantes, abrirles las Escrituras y educarlos para ser
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útiles en el servicio de Cristo. Hasta entonces Pedro no había sido
idóneo para hacer esto, ni siquiera para comprender su importancia.
Era significativa la pregunta que Cristo dirigió a Pedro. Mencio-
nó una sola condición del discipulado y servicio. “¿Me amas?” le
preguntó. Esta es la calificación esencial. Aunque Pedro poseyese
todas las demás, sin el amor de Cristo no podía ser un fiel pastor de
la grey del Señor. El saber, la benevolencia, la elocuencia, la gratitud
y el celo son de ayuda en la buena obra; pero sin el amor de Jesús
en el corazón, la obra del ministro cristiano resultará en fracaso.
Pedro recordó durante toda su vida la lección que Cristo le
enseñó a orillas del mar de Galilea. Dijo, escribiendo a las iglesias,
inspirado por el Espíritu Santo:
“Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano
también con ellos, y testigo de las aflicciones de Cristo, que soy
también participante de la gloria que ha de ser revelada: Apacentad
la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no
por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino
de un ánimo pronto; y no como teniendo señorío sobre las heredades
del Señor, sino siendo dechados de la grey. Y cuando apareciere el
Lucas 15:6, 7
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Lucas 15:6, 7
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Véase
Juan 21:15
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