Página 23 - Obreros Evang

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El carácter sagrado de la obra
El ministro ocupa el puesto de portavoz de Dios a la gente, y en
pensamiento, palabras y actos, debe representar a su Señor. Cuando
Moisés fué elegido como mensajero del pacto, le fué dicho: “Está tú
por el pueblo delante de Dios.
Hoy día Dios elige hombres como
eligió a Moisés, para que sean sus mensajeros, y duro es el ay que
recae sobre el que deshonra su santa vocación, o rebaja la norma
fijada para él en la vida y labores del Hijo de Dios en la tierra.
El castigo que cayó sobre Nadab y Abiú, hijos de Aarón, demues-
tra cómo considera Dios a aquellos ministros que hacen aquello que
deshonra su cargo sagrado. Estos hombres habían sido consagrados
al sacerdocio, pero no habían aprendido a dominarse. Costumbres
de complacencia en el pecado, largo tiempo alimentadas, habían
llegado a dominarlos con un poder que ni siquiera la responsabilidad
de su cargo podía quebrantar.
En la hora de culto, mientras que las oraciones y alabanzas del
pueblo ascendían a Dios, Nadab y Abiú, parcialmente embriagados,
tomaron cada uno su incensario, y en él quemaron fragante incienso.
Pero violaron la orden de Dios al emplear “fuego extraño,” en vez
del fuego sagrado que Dios mismo había encendido, y que él había
ordenado se empleara para este fin. Por causa de este pecado, salió
un fuego de Jehová, y los devoró a la vista del pueblo. “Entonces
dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En
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mis allegados me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré
glorificado.
La comisión de Isaías
Cuando Dios estaba por mandar a Isaías con un mensaje para su
pueblo, primero dió al profeta una visión que le permitió penetrar con
la mirada en el lugar santísimo del santuario. De repente parecieron
Éxodo 18:19
.
Véase
Levítico 10:1-7
.
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