Página 111 - Primeros Escritos (1962)

Basic HTML Version

Una explicación
107
conductor que asume la forma de un ángel de luz. Ha tomado cautivo
al mundo. Se han entregado a poderosos engaños, para creer una
mentira, y ser condenados. Este agente, el que le sigue en orden, es
el maquinista, y otros de sus agentes están empleados en diferentes
cargos según los necesite, y todos se dirigen hacia la perdición con
la rapidez del rayo.”
Pregunté al ángel si no quedaba nadie. Me invitó a mirar en la
dirección opuesta, y vi una compañía pequeña que viajaba por una
senda angosta. Todos parecían estar firmemente unidos, vinculados
por la verdad, en agrupaciones o compañías. Dijo el ángel: “El
[89]
tercer ángel está atándolos o sellándolos en gavillas para el granero
celestial.” Esa pequeña compañía parecía agobiada, como si hubiese
pasado por severas pruebas y conflictos. Parecía como que el sol
acabara de salir detrás de una nube y resplandecía sobre sus rostros,
dándoles aspecto triunfante, como si sus victorias estuviesen casi
ganadas.
Vi que el Señor había dado al mundo oportunidad de descubrir
el lazo. Este hecho sería evidencia suficiente para el cristiano, si no
hubiese otra: que no se establece diferencia entre lo precioso y lo vil.
Tomás Paine, cuyo cuerpo se ha reducido a polvo y quien ha de ser
llamado al fin de los mil años, cuando se produzca la segunda resu-
rrección, para que reciba su recompensa y sufra la segunda muerte,
es representado por Satanás como si estuviera en el cielo, en posi-
ción muy exaltada. Satanás lo usó en la tierra mientras pudo, y ahora
continúa haciéndolo al sostener que Paine es ensalzado y honrado
en el cielo. Y lo que enseñó aquí en la tierra, Satanás sostiene que
lo está enseñando ahora en el cielo. Hay quienes consideraron con
horror la vida y la muerte de este hombre, así como sus enseñanzas
corruptas, pero se someten ahora a ser enseñados por él, aunque fué
uno de los hombres más viles y más corruptos, uno que despreció a
Dios y su ley
Véase el Apéndice.
[90]
[
A fin de apreciar el vigor de estas declaraciones el lector necesita comprender que
cierta obra, transmitida por un médium, el “Reverendo C. Hammond,” se publicó bajo este
título:
Peregrinación de Tomás Paine en el Mundo de los Espíritus
. En ella se representa a
Paine como un exaltado espíritu de la
séptima esfera
. Y en una “Clase de Investigaciones
de Nueva York,” se dijo que Cristo mismo había conversado con un médium y revelado
que él estaba en la
sexta esfera
. La disparidad se destaca cuando se recuerda que los
espíritus son representados progresando en el mundo espiritual, y que Cristo, después de