Página 127 - Palabras de Vida del Gran Maestro (1971)

Basic HTML Version

La esperanza de la vida
123
misma desgracia y pecado los convertía en mayor grado en el objeto
de su compasión. Cuanto más se habían alejado de él, tanto más
ferviente era el anhelo y mayor el sacrificio hecho para su rescate.
Todo esto podrían haberlo aprendido los maestros de Israel de
los sagrados rollos de que se enorgullecían de ser guardianes y
expositores. ¿No había escrito David, ese David que había caído en
un pecado mortal: “Yo anduve errante como oveja extraviada; busca
a tu siervo”
¿No había revelado Miqueas el amor de Dios hacia los
pecadores diciendo: “¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad,
y olvidas el pecado del resto de su heredad? No retuvo para siempre
su enojo, porque es amador de misericordia”
La oveja perdida
En esta ocasión Cristo no recordó a sus oyentes las palabras
de las Escrituras. Recurrió al testimonio de lo que ellos mismos
conocían. Las extensas mesetas situadas al este del Jordán propor-
cionaban abundantes pastos para los rebaños, y por los desfiladeros
y colinas boscosas habían vagado muchas ovejas perdidas, que eran
buscadas y traídas de vuelta por el cuidado del pastor. En el grupo
que rodeaba a Jesús había pastores, y también hombres que habían
invertido dinero en rebaños y manadas, y todos podían apreciar su
ilustración: “¿Qué hombre de
vosotros,
teniendo cien ovejas, si per-
[146]
diere una de ellas, no deja las novenca y nueve en el desierto, y va a
la que se perdió, hasta que la halle?”
Estas almas a quienes despreciáis, dijo Jesús, pertenecen a Dios.
Son suyas por la creación y la redención, y son de valor a su vista.
Así como el pastor ama a sus ovejas, y no puede descansar cuando le
falta aunque sólo sea una, así, y en un grado infinitamente superior,
Dios ama a toda alma descarriada. Los hombres pueden negar el
derecho de su amor, pueden apartarse de él, pueden escoger otro
amo; y sin embargo son de Dios, y él anhela recobrar a los suyos.
Dice: “Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio
de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de
todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la
oscuridad”