Página 48 - Palabras de Vida del Gran Maestro (1971)

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Palabras de Vida del Gran Maestro
de sus llenas y maduras espigas. Los pecadores que hacen alarde
de piedad se mezclan por un tiempo con los verdaderos seguidores
de Cristo, y su apariencia de cristianismo tiene por fin engañar a
muchos; pero en la cosecha del mundo no habrá ninguna semejanza
entre lo bueno y lo malo. Entonces aquellos que se han unido a la
iglesia, pero que no se han unido a Cristo, serán manifestados.
Se permite que la cizaña crezca entre el trigo, que tenga todas las
ventajas del sol y de la lluvia, pero en el tiempo de la siega, vosotros
“os tornaréis, y echaréis de ver la diferencia entre el justo y el malo,
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entre el que sirve a Dios y el que no le sirve”
Cristo mismo decidirá
quiénes son dignos de vivir con la familia del cielo. El juzgará a cada
hombre de acuerdo con sus palabras y sus obras. El hacer profesión
de piedad no pesa nada en la balanza. Es el carácter lo que decide el
destino.
El Salvador no nos señala un tiempo en que toda la cizaña se
convertirá en trigo. El trigo y la cizaña crecen juntamente hasta el
tiempo de la cosecha, el fin del mundo. Entonces la cizaña se ata
en manojos para ser quemada, y el trigo se junta en el granero de
Dios. “Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de
su Padre”. Entonces “enviará el Hijo de Dios sus ángeles y cogerán
de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad, y los
echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes”.
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Malaquías 3:18
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