Página 43 - Reavivamientos Modernos (1974)

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Capítulo 5—Salvados solamente “en Cristo”
“El me salvará ahora”
El pecador que perece puede decir: “Soy un pecador perdido,
pero Cristo vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. El dice:
‘No he venido a llamar a justos, sino a pecadores’.
Marcos 2:17
. Soy
pecador y Cristo murió en la cruz del Calvario para salvarme. No
necesito permanecer un solo momento más sin ser salvado. El murió
y resucitó para mi justificación y me salvará ahora. Acepto el perdón
que ha prometido”
No puede ser vencido el que se arrepiente de sus pecados y
acepta el don de la vida del Hijo de Dios. Aferrándose por fe de la
naturaleza divina, llega a ser un hijo de Dios. Ora, cree. Cuando es
tentado y probado, demanda el poder que Cristo dio con su muerte,
y vence mediante la gracia de Jesús. Esto necesita entender cada
pecador. Debe arrepentirse de sus pecados, debe creer en el poder
de Cristo, y debe aceptar ese poder que salva y protege del pecado.
¡Cuán agradecidos debiéramos estar por la dádiva del ejemplo de
Cristo
¿Por qué afligirse?
La vida en Cristo es una vida de reposo. Tal vez no haya éx-
tasis de los sentimientos, pero debe haber una confianza continua
y apacible. Tu esperanza no se cifra en ti mismo, sino en Cristo.
Tu debilidad está unida a su fuerza, tu ignorancia a su sabiduría, tu
fragilidad a su eterno poder...
No debemos hacer de nuestro yo el centro de nuestros pensa-
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mientos, ni alimentar ansiedad ni temor acerca de si seremos salvos
o no. Todo esto desvía el alma de la Fuente de nuestra fortaleza.
Encomendemos a Dios la custodia de nuestra alma, y confiemos
en él. Hablemos del Señor Jesús y pensemos en él. Piérdase en él
nuestra personalidad. Desterremos toda duda; disipemos nuestros
temores. Digamos con el apóstol Pablo: “Vivo; mas no ya yo, sino
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