Página 165 - Testimonios para los Ministros (1979)

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La economía
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El anillo de compromiso
Algunos se han preocupado con respecto al uso del anillo de
compromiso y les parece que las esposas de nuestros ministros de-
bieran amoldarse a esa costumbre. Todo eso es innecesario. Tengan
las esposas de los ministros el eslabón de oro que vincula su al-
ma con Jesucristo: un carácter puro y santo, el verdadero amor, la
mansedumbre y la piedad que son los frutos producidos por el árbol
cristiano, y su influencia estará segura en cualquier parte. El hecho
de que provoca observaciones el no cumplir con la costumbre no es
suficiente motivo para adoptarla. Los norteamericanos pueden hacer
comprender su situación declarando sencillamente que en su país
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la costumbre no se considera obligatoria. No necesitamos llevar el
símbolo, porque no somos infieles a nuestros votos matrimoniales, y
el hecho de llevar un anillo no probaría nuestra fidelidad al respecto.
Me preocupa profundamente este proceso semejante al de la levadu-
ra que parece sentirse entre nosotros y que tiende a conformarnos
con las costumbres y modas. No debiera gastarse un centavo en
un anillo de oro para testificar que somos casados. En los países
donde la costumbre impera, no nos sentimos obligados a condenar
a aquellos que usan su anillo de compromiso; llévenlo si pueden
hacerlo a conciencia; pero ninguno de nuestros misioneros debe
sentir que llevar un anillo acrecentará su influencia en una jota o una
tilde. Si son cristianos, ello se manifestará en su carácter semejante
al de Cristo, en sus palabras, en sus obras, en el hogar, en su trato
con los demás; se revelará por su paciencia, longanimidad y bondad.
Manifestarán el espíritu del Maestro, poseerán su belleza de carácter,
su hermosa disposición y su corazón lleno de simpatía
El avance de la obra
23 de abril de 1894
Dios requiere que se produzca un decidido avance en los diversos
aspectos de la obra. Los trabajos realizados en relación con la causa
de Dios deben caracterizarse por una precisión y exactitud mayores.
No se han hecho esfuerzos diligentes, decididos y firmes para lograr
[
Estudio adicional:
Joyas de los Testimonios 1:593-601
;
Testimonies for the Church
4:630, 631, 640-648
.
]