Página 178 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
amonestación, en el esfuerzo que hacen por criticar su actitud, sus
gestos y sus frases. Se creen modelos de sabiduría, pero no hacen
caso a las palabras de Dios que proceden de los atrios del cielo. Dios
dice a los tales que tendrán que hacerse necios a fin de conocer la
verdadera sabiduría de Cristo.
Se me mostró que nuestro colegio fue destinado por Dios a rea-
lizar la grande y buena obra de salvar almas. Sólo cuando se los
coloca bajo el pleno dominio del Espíritu de Dios los talentos de un
individuo son utilizados al máximo. Los preceptos y principios de la
religión son los primeros pasos en la adquisición del conocimiento
y constituyen la misma base de la verdadera educación. El conoci-
miento y la ciencia deben ser vivificados por el Espíritu de Dios a
fin de servir los más nobles propósitos. Solamente el cristiano puede
hacer el debido uso del conocimiento. La ciencia, para que pueda
ser plenamente apreciada, debe ser considerada desde el punto de
vista religioso. Entonces todos adorarán al Dios de la ciencia. El
corazón ennoblecido por la gracia de Dios puede comprender mejor
el verdadero valor de la educación. Los atributos de Dios que se
observan en sus obras creadas, pueden ser apreciados únicamente
conociendo al Creador. Los maestros no deben estar familiarizados
sólo con la teoría de la verdad, sino que deben tener un conocimien-
to experimental del camino de la santidad a fin de conducir a los
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jóvenes a las fuentes de la verdad, al Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo. El conocimiento es poder únicamente cuando
está unido con la verdadera piedad. Será noble el alma que se haya
vaciado del yo. Cristo morando en el corazón por la fe nos hará
sabios a la vista de Dios
La recepción de donativos
30 de enero de 1895
Preguntáis si es correcto recibir donativos de los munda-
nos.[
veasé el Apéndice.
] La pregunta no es extraña; pero yo os
preguntaría: ¿Quién posee nuestro mundo? ¿Quién es el verdade-
ro dueño de las casas y las tierras? ¿No es acaso Dios? El tiene
[
Estudio adicional:
Joyas de los Testimonios 1:206-209, 222-232
;
Testimonies for
the Church 1:321-324
;
Testimonies for the Church 4:63-66
;
Testimonies for the Church
5:341-345
.
]