Página 181 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Colaboradores de Dios
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El Señor quiere que tengamos el espíritu de sabiduría celestial.
¿Nos sentimos impulsados todos a orar al Señor humilde y fervien-
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temente, como lo exigen nuestras necesidades, importunándolo en
procura del espíritu de sabiduría? ¿Oramos diciendo: “Muéstrame
los secretos que no conozco, enséñame tú”? ¡Ojalá asciendan oracio-
nes humildes y fervorosas que salgan de labios sinceros reclamando
el consejo que viene de Dios! El Señor dice: “Mío es el consejo, y
mía es la sabiduría”
Tiempos solemnes
31 de enero de 1895
Tiempos solemnes y graves se avecinan y las perplejidades au-
mentarán hasta el mismo fin del tiempo. Puede haber un pequeño
respiro, pero no será por mucho tiempo. Tengo que escribir cartas
que deben salir en el próximo correo a Battle Creek. Nuestros herma-
nos allá no están considerando todas las cosas en la debida luz. Las
medidas que han tomado para pagar impuestos [
veasé el Apéndice.
]
sobre la propiedad del sanatorio y del tabernáculo han revelado un
celo y una escrupulosidad faltos de toda sabiduría y justicia. Sus
ideas acerca de la libertad religiosa están mezcladas con sugestiones
que no vienen del Espíritu Santo y la causa de la libertad religiosa
está languideciendo, y su enfermedad puede solamente ser sanada
por la gracia y la bondad de Cristo.
Los corazones de los que defienden esta causa deben llenarse
del espíritu de Jesús. Solamente el Gran Médico puede aplicar el
bálsamo de Galaad. Lean estos hombres el libro de Nehemías con
corazones humildes tocados por el Espíritu Santo, y sus falsas ideas
serán modificadas, se verá cuáles son los principios correctos, y el
actual orden de cosas cambiará. Nehemías oró al Señor por ayuda,
y Dios escuchó su plegaria. El Señor obró en los reyes paganos
[201]
para que vinieran en su ayuda. Cuando sus enemigos trabajaron
celosamente contra él, el Señor empleó a reyes para realizar su
propósito y contestar las muchas oraciones que ascendían a él en
procura de la ayuda que tanto necesitaban.
[
Estudio adicional: El Deseado de
El Deseado de Todas las Gentes, 282-284
.