Página 187 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Colaboradores de Dios
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actividad en la labor misionera. Pero si no nos despertamos en forma
más general y plena, los que no conocen la verdad para este tiempo
avanzarán antes que nosotros, y nos bloquearán el camino.
¿Cuánto tiempo se requerirá para despertar a los perezosos que
durante años han remoloneado en Battle Creek? ¿Cuándo llegarán a
ser testigos fieles para Dios? ¿Cuánto tiempo pasará antes que lleven
el yugo de Cristo? ¿Cuánto tiempo se dedica cada día a adorar a
Dios? ¿Cuántos tienen breves períodos para la contemplación y la
oración ferviente? ¿Cuántos se han educado a sí mismos en hábitos
de economía, de manera que puedan tener donativos y ofrendas para
la casa del Señor? ¿Cuántos han sentido expandirse sus corazones
por el ejercicio práctico de la dadivosidad? ¿Cuántos han hecho
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fervientes esfuerzos para inspirar a otros a trabajar por el Maestro?
El trabajar con éxito en el lugar donde uno está requerirá un espíritu,
una fe y una perseverancia inquebrantables. Nadie está inactivo en
el cielo, y en las mansiones de los bienaventurados no entrará nadie
que no haya manifestado amor a Cristo, y que no se haya esforzado
por la salvación de los demás.
¿Quién puede decir la obra que podría haberse realizado en nues-
tras iglesias, si los que abrazaron la verdad no hubieran dejado esas
iglesias débiles para venir a aglomerarse a Battle Creek? Si todos
nuestros hermanos hubieran sido fieles siervos de Cristo, diligentes y
temerosos de Dios, y hubieran empeñado sus esfuerzos para abarcar
con su influencia todo lo que pudieran en el lugar donde estaban,
¡cuántas almas podrían haberse salvado! Una velita encedida en un
lugar habría sido el medio para encender muchas otras, y el resultado
habría sido que la voz de la alabanza y la acción de gracias se habría
escuchado, y muchos habrían dicho: “¡Lo que ha hecho Dios! El
ha obrado mucho más abundantemente de lo que hemos pedido o
entendido”
Dependencia directa de Dios
19 de febrero de 1895
No es el plan de Dios que algún hombre, o algún grupo de
hombres, presuman que Dios los ha convertido en conciencia para
[
Estudio adicional:
Joyas de los Testimonios 3:306-310, 432-434
;
Testimonies for
the Church 6:24-29
.
]