Página 225 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Métodos, principios y motivos correctos
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en lugares donde nada o casi nada se ha hecho. Poned fin a esta
concentración; difundid los rayos salvadores de la luz, e iluminad los
rincones entenebrecidos de la tierra. Se necesita hacer una obra algo
parecida a la del águila cuando despierta a sus aguiluchos. “Quieto
estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado
reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en
cautiverio; por tanto quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambia-
do”. Así ocurre con numerosos cristianos que vienen a Battle Creek.
El celo de muchos es intermitente; es como un meteoro que surca
los cielos y se desvanece.
Hagan algo por el territorio del sur los obreros de Dios que
tienen su causa en el corazón. No se conformen los mayordomos
de Dios con sólo tocarlo con la punta de los dedos. Hagan planes
a conciencia en favor del campo los que están en la sede central de
la obra. Habéis hablado acerca de ello; pero, ¿qué estáis haciendo
como mayordomos de los bienes de Dios?
¿Nos ha dado Dios una obra que hacer? ¿Nos ha pedido que
enfrentemos influencias opositoras y convirtamos a los hombres del
error a la verdad? ¿Por qué los hombres y mujeres, que con tanta
frecuencia se han reunido en las grandes asambleas de Battle Creek,
no ponen en práctica la verdad que han escuchado? Si hubieran
impartido la luz que recibieron ¡qué transformación de carácter
habríamos visto! Por cada gracia impartida, Dios habría dado gracia.
La obra hecha en favor de ellos no ha sido debidamente apreciada. Si
así hubiera sido, habrían ido a los lugares tenebrosos de la tierra para
difundir la luz que Dios ha derramado sobre ellos. Habrían dado al
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mundo el mensaje de la justicia de Cristo, que se recibe por medio
de la fe, y su propia luz habría sido cada vez más luminosa, pues
Dios habría obrado junto con ellos. Muchos han descendido a la
tumba en el error, sencillamente porque los que profesaban la verdad
no comunicaron el precioso conocimiento que habían recibido. Si la
luz que resplandece con tanta abundancia en Battle Creek se hubiera
difundido, habríamos visto que muchos se habrían levantado para
ser colaboradores de Dios
[
Estudio adicional:
Joyas de los Testimonios 2:164
;
Testimonios para la Iglesia
3:405-409
.