Página 232 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
manifestar un solo mal rasgo de carácter. “No con ejército, ni con
fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Al
tratar con los demás, si véis u oís algo que necesite ser corregido,
buscad en primer lugar al Señor para obtener sabiduría y gracia,
para que al tratar de ser rectos no seáis duros. Pedidle que os dé
la bondad de Cristo; entonces seréis fieles a vuestro deber, fieles a
vuestro puesto de confianza y fieles a Dios; fieles mayordomos que
vencen las tendencias al mal, naturales y adquiridas.
Sólo un cristiano sincero puede ser un perfecto caballero; pues
si Cristo mora en el alma, su espíritu se revelará en los modales,
las palabras y las acciones. La bondad y el amor albergados en el
corazón, se manifestarán por medio de la abnegación y la verdadera
cortesía. Tales obreros serán la luz del mundo
La necesidad de discernimiento espiritual
A bordo del barco Alameda, en el ancho océano,
17 de noviembre de 1891
La redención es parte de la naturaleza divina. Es prerrogativa
de Dios reconstruir, no destruir. El Hijo de Dios fue entregado a la
muerte antes de la fundación del mundo. La existencia del pecado
es inexplicable; por lo tanto, ni una sola alma sabe quién es Dios
antes que se vea a sí misma iluminada por la luz que refleja la
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cruz del Calvario, y se deteste a sí misma con amargura de alma,
considerándose pecadora. Cuando clame en su gran necesidad de
un Salvador que perdona el pecado, entonces Dios se le revelará
lleno de gracia, compasión, perdón y amor, longánime y paciente.
Individualmente, como miembros de iglesia, si somos fieles siervos
de Jesucristo, somos también colaboradores de Dios. Cuando alguien
recibe magulladuras por parte del enemigo y comete algún error,
nosotros, como fieles y leales al Maestro, como colaboradores de
Dios, debemos asumir esa obra misionera que está junto a nosotros;
debemos trabajar para sanar, no para arruinar y destruir. Tenemos
esperanza en Cristo porque somos pecadores. Tenemos derecho
a reclamar un Salvador. Entonces, cuando cualquiera de los que
[
Estudio adicional:
Obreros Evangélicos, 37-40, 428-433
;
Testimonies for the
Church 5:11, 32, 80, 81, 503, 552-554, 587
;
Joyas de los Testimonios 2:334-343
.