Página 268 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
comencemos el año nuevo dispuestos a que nuestro registro revele
nuestra fidelidad a Dios
[309]
Instrucción práctica para el trabajo
Cooranbong, Australia,
14 de junio de 1896
Queridos Hno. y Hna.-----,
El viernes pasado de noche estuve conversando con ustedes,
diciéndoles algo con respecto a sus métodos de trabajo. El Vigilante
celestial estaba a mi lado, y me gustaría poder escribir cada palabra
que pronunció; pero temo no poder hacerlo. Usted dijo: “Me gustaría
saber algo con respecto a mi deber. De alguna manera no me siento
satisfecho con el resultado de mi trabajo”. La voz del que estaba
junto a nosotros se oyó entonces diciendo: “Ten fe en Dios; aprende
de Cristo Jesús. Cuando presentas las verdades sagradas de la Palabra
de Dios, exalta a Cristo. Tu gran necesidad consiste en aprender de
qué manera enseñaba Cristo. Cuando enseñes a la gente, presenta
sólo unos pocos puntos vitales y mantén tu mente concentrada en
ellos. Tú introduces en tus discursos ideas sin importancia. No son
siempre un sabor de vida para vida, y no tienen verdadera relación
con tu texto. Al apartarte de la línea recta, al presentar lo que distrae
las mentes del tema, debilitas todo lo que has dicho antes”.
Una presentación incoherente de la verdad
Dios no quiere que usted llegue a la conclusión de que el Espíritu
lo impresiona cuando se aleja de su tema, e incluye asuntos ajenos
con el propósito de reprender, que no debieran mencionarse en
relación con las solemnes y sagradas palabras de verdad. Al hacerlo,
usted se desorienta y debilita el efecto de lo que es útil para enseñar,
redargüir, corregir e instruir en justicia. Le ha quitado eficacia a
muchas ideas preciosas al mezclarlas con otros pensamientos que
acuden a su mente pero que no tienen relación con el tema. Lo que
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no tiene nada que ver con el asunto que está tratando, no debe hallar
cabida en sus discursos.
[
Estudio adicional:
Testimonies for the Church 3:381-413
;
Testimonies for the
Church 5:148-157; 267-272; 267-272; 281-285
;
Testimonies for the Church 6:135, 215
;
Joyas de los Testimonios 1:542-544
.
]