Página 421 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Principios vitales acerca de nuestras relaciones mutuas
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y para orar con fervor por la sabiduría que sólo él puede impartir.
Unidos presentad vuestros problemas a Dios. Hablad menos; se
pierde mucho tiempo precioso en conversaciones que no producen
luz. Unanse los hermanos en ayuno y oración por la sabiduría que
Dios ha prometido dar generosamente.
“Id a Dios y decidle como Moisés: ‘No puedo conducir a este
pueblo a menos que tu presencia vaya conmigo’. Luego pedid aún
más; orad con Moisés: ‘Te ruego que me muestres tu gloria’. ¿Qué
es esta gloria? El carácter de Dios. Así lo proclamó el Señor a
Moisés. Aférrese el alma con fe viviente a Dios. Cante la lengua
sus alabanzas. Cuando os halléis reunidos, dedicad vuestra mente
con reverencia a la contemplación de las realidades eternas. Así os
ayudaréis mutuamente a ser espirituales. Cuando vuestra voluntad
esté en armonía con la voluntad divina, estaréis en armonía unos con
otros; tendréis a Cristo a vuestro lado como consejero”
Independencia no santificada
El Señor no ha calificado a ninguno de nosotros para llevar
solo la carga de la obra. Ha relacionado a hombres de diferentes
mentalidades para que puedan consultarse y ayudarse mutuamente.
De esta manera lo que falta en la experiencia y las habilidades de
uno es suplida por la experiencia y las habilidades de otro. Todos
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debemos estudiar con cuidado la instrucción dada en Corintios y
Efesios con respecto a nuestra relación mutua como miembros del
cuerpo de Cristo.
En nuestra obra debemos considerar la relación que cada cual
tiene con los otros obreros relacionados con la causa de Dios. De-
bemos recordar que hay otros que como nosotros tienen una tarea
que cumplir en relación con esta causa. No debemos cerrar la mente
para no recibir consejo. En nuestros planes para impulsar la obra,
nuestra mente debe combinarse con otras mentes.
Dispuestos a recibir consejo
Alberguemos un espíritu de confianza en la sabiduría de nuestros
hermanos. Debemos estar dispuestos a recibir consejo y palabras
de cautela de nuestros colaboradores. Al estar relacionados con el
[
Obreros Evangélicos, 430, 431
.
]