Página 357 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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43—Curaciones milagrosa
Una situación delicada
Se han propuesto muchas ideas desorientadoras acerca de la
oración por los enfermos. Uno dice: “La persona por quien se ora
debe andar por fe, debe dar gloria a Dios y no debe utilizar nin-
gún remedio. Si se encuentra en un hospital, debería salir de él
inmediatamente”.
Sé que estas ideas son erróneas, y que si se las aceptara conduci-
rían a muchos males.
Por otra parte, no quisiera decir nada que pudiera interpretarse
como falta de fe en la eficacia de la oración.
La senda de la fe se encuentra junto a la senda de la presunción.
Satanás siempre procura conducirnos hacia caminos falsos. Sabe
que una comprensión errada de lo que constituye la fe confundirá
y decepcionará. Se complace cuando puede persuadir a los seres
humanos a razonar partiendo de premisas falsas.
Puedo orar por los enfermos en una sola forma: “Señor, si está de
acuerdo con tu voluntad, si ha de ser para tu gloria y para el bien del
enfermo, te rogamos que lo sanes. Que no se haga nuestra voluntad,
sino la tuya”.
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Nehemías no consideró que su deber estaba cumplido una vez
que se hubo afligido y que hubo llorado y orado delante del Señor.
No se limitó a orar. También trabajó, y unió a la petición el esfuerzo.
El empleo juicioso de los remedios racionales no constituye una
negación de la fe (Manuscrito 31, 1911).
El Material que Aparece aquí Constituye una Adición a la Abundancia de Consejos
Dados Acerca de la Oración por los Enfermos. Véanse
El Ministerio de Curación, 171-
178
;
Counsels On Health, 373-382
;
Medical Ministry, 195, 196
; Y También el Folleto
de 36 Páginas Titulado
Guiding Principles In Prayer For The Sick
[Directivas Para la
Oración por los Enfermos].—
Los Compiladores
.
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