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Conducción del Niño
Desbaratad los esfuerzos de Satanás para apoderarse de los
pequeños
—Padres, por regla general, fracasáis en comenzar pre-
cozmente vuestra obra. Permitís que Satanás ocupe de antemano el
terreno del corazón sembrando las primeras semillas.—
The Review
and Herald, 14 de abril de 1885
.
Tenéis una obra que hacer para que Satanás no se posesione
de vuestros hijos y os los arrebate antes de que hayan salido de
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vuestros brazos. Madres, debéis ocuparos de que los poderes de las
tinieblas no gobiernen a vuestros pequeños. Debéis determinaros
para que el enemigo no levante su estandarte de tinieblas en vuestro
hogar.—
The Signs of the Times, 22 de julio de 1889
.
Preparación también para la vida práctica
—No hay sino
unos pocos que emplean tiempo para considerar cuidadosamente
que cierto conocimiento, tanto de las cosas temporales como eternas,
puede ser obtenido por sus hijos durante sus primeros doce o quince
años. En los primeros años de la vida, los hijos no sólo debieran
obtener conocimiento de los libros, sino que debieran aprender las
artes esenciales de la vida práctica; esto último no debiera impedir
lo primero.—
Manuscrito 43, 1900
.
La herencia de Napoleón
—El carácter de Napoleón Bonapar-
te recibió una gran influencia por su educación infantil. Algunos
instructores desacertados inspiraron en él el amor a la conquista
formando ejércitos simulados de los cuáles él era el comandante.
Así se estableció el fundamento de su carrera de lucha y efusión
de sangre. Si el mismo cuidado y esfuerzo se hubieran empleado
para hacer de él un buen hombre, infundiendo en su joven corazón
el espíritu del Evangelio, cuán ampliamente diferente habría sido su
historia.—
The Signs of the Times, 11 de octubre de 1910
.
Hume y Voltaire
Se dice que el escéptico Hume fue un
concienzudo creyente de la Palabra de Dios en sus primeros años.
Pertenecía a una sociedad de debates, y allí se lo nombró para que
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presentara argumentos a favor de la incredulidad. Estudió con fervor
y perseverancia, y su aguda y activa mente quedó impregnada con la
sofistería del escepticismo. Antes de mucho, llegó al punto de creer
David Hume (1711-1776), filósofo e historiador inglés que tuvo vasta influencia
durante la última parte del siglo XVIII y el siglo XIX. Voltaire (1694-1778), es célebre
por sus ataques contra la inspiración de la Biblia y por su persistente campaña contra la
religión cristiana. (
N. del T
.)