Página 503 - El Deseado de Todas las Gentes (1955)

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La ley del nuevo reino
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Dios da a cada alma libertad para pensar y seguir sus propias con-
vicciones. “De manera que, cada uno de nosotros dará a Dios razón
de sí.
Ninguno tiene el derecho de fundir su propia individualidad
en la de otro. En todos los asuntos en que hay principios en juego,
“cada uno esté asegurado en su ánimo.
En el reino de Cristo no
hay opresión señoril ni imposición de costumbres. Los ángeles del
cielo no vienen a la tierra para mandar y exigir homenaje, sino como
mensajeros de misericordia, para cooperar con los hombres en la
elevación de la humanidad.
Los principios y las palabras mismas de la enseñanza del Sal-
vador, en su divina hermosura, permanecieron en la memoria del
discípulo amado. En sus últimos días, el pensamiento central del
testimonio de Juan a las iglesias era: “Porque este es el mensaje que
habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.” “En
esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros:
también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Tal era el espíritu que animaba a la iglesia primitiva. Después
del derramamiento del Espíritu Santo, “la multitud de los que habían
creído era de un corazón y un alma: y ninguno decía ser suyo algo
de lo que poseía; mas todas las cosas les eran comunes.” “Ningún
necesitado había entre ellos.” “Y los apóstoles daban testimonio de
la resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo; y gran gracia era
en todos ellos.
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Apocalipsis 3:21, 12
.
2 Timoteo 4:6-8
.
1 Corintios 13:4, 5
.
Filipenses 1:21, 20
.
2 Corintios 4:15 (V. N.Y.))
.
1 Corintios 9:19; 10:33
.
Romanos 14:12
.
Romanos 14:5
.
1
Juan 3:11, 16
.
Hechos 4:32, 34, 33
.