Mayordomos de Dios
301
de la codicia. El dar de continuo ahoga la codicia. La benevolencia
sistemática está destinada por Dios a arrebatar los tesoros de los
codiciosos a medida que los adquieren, para consagrarlos al Señor,
a quien pertenecen. ...
La práctica constante del plan divino de la benevolencia sistemá-
tica debilita la codicia y fortalece la benevolencia. Cuando aumentan
las riquezas, los hombres, aun los que profesan la piedad, aferran su
[336]
corazón a ellas; y cuanto más tienen, menos dan a la tesorería del
Señor. De modo que las riquezas hacen egoístas a los hombres, y el
acumularlas alimenta la codicia; son males que quedan fortalecidos
por el ejercicio activo. Dios conoce nuestro peligro y nos ha rodeado
de medios destinados a impedir nuestra ruina. Requiere que practi-
quemos constantemente la benevolencia, a fin de que la fuerza del
hábito de las buenas obras quebrante la fuerza del hábito adquirido
en la dirección opuesta
[337]
La Educación, 133
.
Carta 8, 1889
.
Carta 21, 1898
.
Carta 8, 1889
.
Ibid.
Testimonies for the Church 2:518, 519
.
Testimonies for the Church 3:412
.
Joyas de los Testimonios 1:555, 556
.
Manuscrito 25, 1894
.
The Review and Herald, 8 de diciembre de 1896
.
The Youth’s Instructor, 10 de septiembre de 1907
.
Testimonies for the Church 3:548
.