Encaucemos a los jóvenes
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sido: un lugar atractivo, agradable, radiante con la alegría de las
palabras bondadosas, las miradas placenteras y el amor verdadero.
El secreto para salvar a vuestros hijos estriba en hacer vuestro
hogar hermoso y atrayente. La indulgencia de los padres no ligará
a los hijos con Dios ni con la familia, mientras que una influencia
firme y piadosa dedicada a educar debidamente su espíritu, salvará
de la ruina a muchos de ellos
Es deber de los padres vigilar las salidas y las entradas de sus
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hijos. Deben estimularlos y presentarles incentivos que los atraigan
al hogar y les hagan ver que sus padres se interesan en ellos. Deben
hacer alegre y placentero el hogar
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Manuscrito 119, 1899
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The Youth’s Instructor, 20 de julio de 1893
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A Solemn Appeal, 136, 137
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El Ministerio de Curación, 302, 303
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Manuscrito 70
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Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 248
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Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 248, 249
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The Review and Herald, 9 de diciembre de 1884
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Joyas de los Testimonios 1:151
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