Cartas de Elena G. de White referidas a las condiciones de su esposo...
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Antes de su enfermedad, Jaime White era un líder dinámico y
enérgico; después, experimentó serios cambios en su personalidad
que lo transformaron en un hombre suspicaz y exigente, aunque a
veces parecía volver a su forma anterior de ser. Tal fue la situación
que Elena
G.
de White estaba enfrentando cuando escribió estas
cuatro cartas
.
En ocasiones, el pastor White, por no medir sus palabras, se
expresaba con mucha dureza. En su autobiografía, refiriéndose a
alguien que lo había criticado, dijo lo siguiente:
“Ver a un hombre tosco, duro, que no posee más ternura que la
de un cocodrilo, y tan carente de sensibilidad moral y religiosa como
una hiena, derramando lágrimas hipócritas solo para causar efecto,
es bastante para causar risa al santo más serio”.—
Life Incidents,
115-116 (1868)
.
La personalidad enérgica del pastor White fue una ayuda valiosa
en los años formativos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Con
las visiones de su esposa que constantemente lo desafiaban, el pastor
White comenzó la obra de publicaciones, construyó instituciones,
promovió la organización de la Iglesia, y alimentó el rebaño. Además
de esto, sirvió como presidente de la Asociación General durante
diez años
Sin embargo, cuando esa fuerte personalidad alterada por una
serie de derrames se volvió contra su familia—incluyendo a su
esposa—y sus colaboradores, la paciencia y la fuerza de voluntad
de Elena
G.
de White parecieron distenderse hasta el límite. Alguien
que lee solamente estas cuatro cartas, podría tener un cuadro dis-
torsionado de la relación entre Jaime y Elena G. de White. Se debe
mantener en mente otras declaraciones como la que sigue, que fue
escrita por Jaime White acerca de su esposa:
“El matrimonio marca un punto importante en la vida de los
hombres. En las palabras del sabio, “El que halla esposa halla el
bien, y alcanza la benevolencia de Jehová”.
Proverbios 18:22
[...].
Nosotros nos casamos el 30 de agosto de 1846, y desde entonces
hasta el presente ella ha sido mi corona de gozo”.—
Life Sketches of
Ellen G. White, 125-126 (1880)
.
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Para más información sobre la vida y el ministerio de Jaime White, ver su biografía,
James White, escrita por Virgil Robinson (Review and Herald Publishing Association,
1976).
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