Página 264 - El Deseado de Todas las Gentes (1955)

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El Deseado de Todas las Gentes
“Tenemos empero este tesoro en vasos de barro, para que la
alteza del poder sea de Dios, y no de nosotros.
Esta es la razón
por la cual la predicación del Evangelio fué confiada a hombres
sujetos a error más bien que a los ángeles. Es manifiesto que el
poder que obra por la debilidad de la humanidad es el poder de Dios;
y así se nos anima a creer que el poder que puede ayudar a otros
tan débiles como nosotros puede ayudarnos a nosotros también. Y
los que están sujetos a flaquezas deben poder compadecerse “de
los ignorantes y extraviados.
Habiendo estado en peligro ellos
mismos, conocen los riesgos y dificultades del camino, y por esta
razón son llamados a buscar a los demás que están en igual peligro.
Hay almas afligidas por la duda, cargadas de flaquezas, débiles en
la fe e incapacitadas para comprender al Invisible; pero un amigo a
quien pueden creer, que viene a ellos en lugar de Cristo, puede ser
el vínculo que corrobore su temblorosa fe en Cristo.
Hemos de colaborar con los ángeles celestiales para presentar a
Jesús al mundo. Con avidez casi impaciente, los ángeles aguardan
nuestra cooperación; porque el hombre debe ser el medio de comu-
nicación con el hombre. Y cuando nos entregamos a Cristo en una
consagración de todo el corazón, los ángeles se regocijan de poder
hablar por nuestras voces para revelar el amor de Dios.
[265]
Levítico 23:40
.
Juan 1:45
.
Juan 6:5, 7
.
Juan 14:5-8
.
Mateo 8:19, 20
.
2 Corintios 4:7
.
Hebreos 5:2
.