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La Educación
pobre. De ese modo se daba oportunidad para profundizar el estudio,
para que se realizaran cultos y hubiera intercambio social, y para
practicar la generosidad, frecuentemente descuidada por los afanes
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y trabajos de la vida.
Si hoy día se practicaran en el mundo los principios de las
leyes de Dios, concernientes a la distribución de la propiedad, ¡cuán
diferente sería la condición de la gente! La observancia de estos
principios evitaría los terribles males que en todas las épocas han
provenido de la opresión ejercida por el rico sobre el pobre, y el odio
de este hacia aquel. Al mismo tiempo que impediría la acumulación
de grandes riquezas, tendería a impedir la ignorancia y degradación
de decenas de miles de personas, quienes al recibir un miserable
pago por su trabajo son víctimas de aquellos cuyo único interés es
acumular fortunas colosales. Contribuiría a obtener una solución
pacífica de los problemas que amenazan ahora con llenar al mundo
de anarquía y derramamiento de sangre.
La consagración a Dios de un diezmo de todas las entradas,
ya fueran de la huerta o la cosecha, del rebaño o la manada, del
trabajo manual o del intelectual; la consagración de un segundo
diezmo destinado al alivio del pobre y otros usos benéficos, tendía a
mantener siempre presente ante el pueblo el principio de que Dios
es dueño de todo, y que ellos tenían la oportunidad de ser los canales
a través de los cuales fluyeran sus bendiciones. Era una educación
adaptada para acabar con todo egoísmo, y cultivar la grandeza y la
nobleza de carácter.
El conocimiento de Dios, la comunión con él en el estudio y
el trabajo, la semejanza a él en carácter, habían de ser la fuente, el
medio y el blanco de la educación de Israel, educación impartida
por Dios a los padres, y que ellos debían transmitir a sus hijos.
[42]
[43]
Lucas 3:38
.
Isaías 40:12
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Éxodo 25:8
.
Éxodo 34:6
.
1 Corintios 3:16, 17
.
Éxodo 31:1-6
.
Deuteronomio 1:15
.
Deuteronomio 23:14
.
Éxodo 16:3
.